No tienes nada en tu carrito, baby
Sí. Como dicen por ahí, aparentemente los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus. Somos diferentes en muchas cosas, incluyendo en aquellas que nos pone a trepar paredes.
Cuando se trata del sexo, no hay dudas que todos tenemos nuestra propia manera de ver el juego. Sin embargo, hay una diferencia muy marcada en relación al género. La sociedad muestra a los hombres como seres primitivos que están dispuestos a atacar en cualquier momento para devorar la carne de su presa, mientras que se refieren a las mujeres criaturas dóciles cuyo único deseo es tener una cena a la luz de las velas.
Wrong!
Ahora las mujeres estamos más conscientes de nuestro rol en la actividad sexual y poco a poco (no del todo pero por ahí vamos) reconocemos que somos libres de experimentar el placer. Sabemos cuándo y cómo lo queremos sin mucho titubeo. Pero, en cierto sentido, la ciencia apoya la creencia de que los hombres y mujeres no vivimos las relaciones sexuales de la misma manera y aquí vas a descubrir por qué.
Para ambos sexos, la respuesta erótica no sólo es distinta sino que ocurre en momentos diferentes. Las mujeres experimentan una sexualidad más fluida mientras los hombres tienden a excitarse con cosas más específicas.
Esto quiere decir que, mientras ellos saben exactamente qué se los hace parar, las mujeres somos más flexible respecto a lo que nos abre la llave del líbido.
Aquí tienen una prueba de ello: Investigadores midieron la excitación genital de hombres y mujeres mientras veían películas eróticas. Como resultado, se dieron cuenta de que las mujeres se excitaban por igual con sexo heterosexual, gay y lésbico. En cambio, los hombres heterosexuales sólo reaccionaron ante el sexo heterosexual y lésbico, mientras los hombres gay sólo se excitaron al ver porno que involucró a otros hombres.
Las mujeres parecen preocuparse más por lo que antecede y conduce al sexo. Aka: foreplay. Esto quiere decir que se ha comprobado que preferimos establecer una conexión emocional con la pareja antes de ir al mambo. Sin embargo, para los hombres sucede lo contrario.
El sexo o el acto de la penetración es la conexión para ellos. A través de las relaciones sexuales y la pasión expresan su intimidad. Es muy curioso, ¿cierto? Muchos creen que los hombres que se anticipan a tener sexo no están involucrados sentimentalmente, pero no es así en todos los casos. ¡Muestran amor al querer desbaratarte a cada momento, queridx!
También pasa que las mujeres tienden a basar sus fantasías sexuales en la narrativa en el jueguito previo a la penetración, mientras que los hombres tienen fetiches con cosas más específicas como atuendos particulares, disfraces o materiales como el cuero y la goma, etc.
También se sugiere que la aparente falta de interés sexual en las mujeres se debe a las construcciones sociales. (¡Focking sociedaaaad!) No hay duda que para las mujeres, el peligro de quedar embarazada cuando no se desea, puede ser factor para distraer la acción y más, si hay que exigir que el hombre se ponga el condón.
Tip para los hombres: el condón se pone aunque no te lo pidan.
Es por ello que los investigadores sugieren que la sexualidad reprimida en las féminas puede deberse a la presión social y a la tendencia de responsabilizar únicamente a la mujer por un embarazo no deseado, más colocar la crianza únicamente sobre ellas.
¡La ciencia hace de las suyas aquí! Los hombres tienen niveles de testosterona mucho más altos, por lo que su cerebro es más sensible a la acción para la actividad sexual. Esta es la razón por la que suelen inclinarse más al sexo, indiferentemente de haber o no alcanzado la adultez.
En las mujeres pasa algo parecido, ya que sus niveles de testosterona pueden estar en un nivel muy alto a sus 20 años. ¿Consecuencia de ello? Un pico sexual enorme que les hace querer comerse el mundo (y a sus parejas también, cuidado).
Sin embargo, cuando llegan a los 40, los niveles de esta hormona caen a la mitad de esa cantidad. Es por ello que los hombres en relaciones estables, suelen quejarse de la cantidad de sexo que tienen, mientras las mujeres se sienten satisfechas con la frecuencia de los momentos íntimos que experimentan con ellos.
¿Te has logrado identificar con algo de lo que he comentado en este post? ¡Puedo asegurar que sí! Pero, hey, estas sólo son estadísticas generales y hay muchas mujeres que rompen esta norma. Sobretodo ahora en esta liberación sexual que mientras más aprendemos, más queremos.
Si quieres más o menos sexo, habla con tu pareja.
Si quieres cumplir tus fantasías más asquerosas, habla con tu pareja.
Si tienes más expectativas en la cama, habla con tu pareja.
¡La comunicación, por más cliché que se escuche (o se lea) es la clave! Y les permitirá aprovechar jugosamente su deseo sexual.