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Ahora es mucho más común hablar y encontrar información sobre la masturbación pero todos sabemos que la vida sexual en el pasado era muy diferente. Y hay una historia muy particular al respecto.
Se dice que, en la antigüedad, las mujeres que sufrían ansiedad, irritabilidad, nervios, cambios de humor y depresión eran enviadas por su esposo al doctor. Una vez en el médico, eran diagnosticadas con histeria, considerada como una enfermedad en ese entonces.
Y aquí es donde llega la parte favorita: Como tratamiento, ellas recibían un “masaje pélvico” que las ayudaba a liberar sus fluidos acumulados y lograr el “paroxismo histérico”, conocido actualmente como el orgasmo.
O sea, como un exorcismo clitoral.
Según cuentan los hechos, la cantidad de mujeres que asistían a consultas médicas para obtener tratamiento para “la histeria” fue tal, que los médicos terminaban su jornada laboral completamente cansados, agotados y con sus manos acalambradas y adoloridas.
No los culpo.
Los doctores empezaron a buscar una solución y encontraron una muy útil: crearon un artefacto capaz de generar vibraciones rítmicas. Gracias a esa estupenda invención, podían lograr que la paciente tuviese el paroxismo histérico más fácil y rápidamente – y sin necesidad de un largo masaje manual.
De esta manera, nació el vibrador, un aparato ingenioso y muy práctico que incluso las mujeres más adineradas y de las más altas clases tenían en sus casas.
GE.NI.AL
Sin embargo, esos artefactos eran vistos como dispositivos plenamente curativos y las mujeres lo usaban para controlar sus “brotes de histeria”.
Estamos muy lejos de descifrar qué pasaba por la cabeza de todas esas mujeres que sentían que tenían brotes de histeria (a cada rato tengo uno) y esperaban recibir un tratamiento tan poderoso, eficaz y placentero como ese. Sin embargo, de algo podemos estar seguras, y es que los orgasmos tienen la particularidad de ayudarnos a liberar toda la tensión y estrés que podamos estar experimentando.
Además, fisiológicamente hablando, los orgasmos generan respuestas físicas muy beneficiosas para manejar todos esos síntomas que producía lo que las personas conocían como “histeria”.
Pero, ¿de dónde proviene esto?
Toda la historia de la masturbación femenina, los vibradores y la histeria fue documentada en el libro titulado “La Tecnología del Orgasmo” de Rachel P. Maines.
Este corto pero interesante libro abarca muchas cuestiones pero su enfoque principal es bastante sencillo de entender. Entre otras cosas, afirma que los médicos victorianos trataban a las pacientes de histeria con estimulaciones genitales hechas por vibradores electromecánicos.
También explica que la creación de dicho aparato tuvo como objetivo ahorrar mano de obra, que producía orgasmos en 5 minutos en lugar de en una hora (aproximadamente el tiempo que pasaban los médicos dando el masaje pélvico). Y esto, consecuentemente, permitía a los doctores atender más pacientes y ganar más dinero.
Asimismo, el libro cuenta que los médicos no percibían el vibrador ni el masaje manual como sexuales ya que ninguno de los dos métodos involucraba la penetración vaginal.
La obra de Rachel P. Maines es una de las más interesantes del mundo, en especial si consideramos su temática central y el año en que fue lanzado. Pero aún hay muchos que contradicen sus teorías y suposiciones sobre lo que realmente pasó hace algunos años.
En cualquiera de los casos, los beneficios de los orgasmos son indiscutibles. Vamos a repasar algunos para refrescar nuestros conocimientos.
Orgasmos: ¿Cómo influyen en tu cuerpo?
Está de más decir que los orgasmos ejercen acciones positivas en el cuerpo humano. Todxs los sentimos, así que suelen ser evidentes. Pero, para dejar las cosas claras, mencionamos aquí los beneficios de la respuesta sexual:
Etcétera, etcétera, etcétera.
Entonces, ¿para cuándo el plan médico va a cubrir el costo del vibrador para beneficios curativos? :)
Me parece muy interesante e informativo. Creo que es necesario hablar del tema de la sexualidad, del cuerpo humano, de los placeres y deseos, y sobre todo como a través de la historia se oprime un acto tan natural cómo es el tocarse, sentir placer y explorar las areas de la anatomía.