Te cantó el gallo

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 Jamás olvidaré la tarde después de la escuela, que llegué a mi casa y me topé con la ropa interior manchada de sangre y una confusión por la “crisis existencial” de mi madre.  Las palabras de ella fueron: “tranquila, es que te cantó el gallo.” Sin embargo, lo menos que estaba ella, era tranquila.  Observar la cara de angustia de mi madre por el “tema” del que teníamos que hablar – SEXO - provocó inquietud y hasta preocupación en mí, que sin duda alguna marcaron el concepto de la sexualidad en mi vida.  

“Te cantó el gallo” definitivamente no era una explicación clara sobre lo que me estaba ocurriendo.  Culturalmente existe un sinnúmero de expresiones que hacen referencia al primer ciclo menstrual.  Específicamente en Puerto Rico tendemos a escuchar: “te cantó el gallo”, “cayó mala”, “está en esos días del mes”, “le llegó el periodo”, “está en regla”, “manchó”, “ya es señorita”.  La mayoría de estos términos, lamentablemente estigmatizan y provocan una conceptualización negativa de lo que es la menstruación. 

Cabe destacar que desde la niñez se utilizan términos inapropiados para describir los genitales, las relaciones, los géneros, entre otros aspectos que abarcan la sexualidad.  Así, provocando desconocimiento y tabú referente al sexo. La salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia, (OMS, 2017).  Es primordial resaltar la importancia de apoderarnos de nuestra salud sexual y educar a nuestras niñas y niños desde pequeños, libres de ataduras o estigmas sociales ante nuestra sexualidad.

La reacción de mi madre fue una “típica” y hasta se considera “normal” debido a la tabú cultural que enfrentamos como sociedad.   A pesar de las burlas, relajos y sobrenombres, es importante sensibilizar y educar a los padres y jóvenes sobre este tema.  Definitivamente la menstruación marca la vida de las niñas y es básicamente, la transición a la adolescencia.  El comenzar un ciclo menstrual biológicamente expone a las mujeres a la posibilidad de procrear.  Por lo tanto, la educación sexual es clave para desestigmatizar la sexualidad en general y alcanzar salud sexual.

 

Debemos recordar y entender que la salud sexual es un derecho básico del ser humano; nacemos y morimos como seres sexuales.  Por eso, estas recomendaciones para poder educarnos, educar y vivir una sexualidad plena y sin tabúes sociales:

  • Evita enjuiciamientos morales, fundamentalistas y/o religiosos.
  • Promueve la educación sexual basada en datos científicos a tono con el proceso evolutivo en que se encuentre los menores.
  • Escucha las inquietudes de tus niños y desarrolla una comunicación abierta con ellos. Es probable que te de vergüenza al principio, pero es necesaria para desarrollar la confianza entre ustedes. Usa las palabras correctas y no las disfraces con sobrenombres.
  • Edúcate y educa sobre los cambios sexuales típicos naturales que aparecen en las distintas etapas de la vida, aprendiendo a ajustarse y manejar los mismos.
  • Toda expresión sexual puede producir placer y bienestar, aunque estas sean diferentes de persona en persona.
  • No hay culpa entre adultos que consienten al disfrute de las distintas expresiones sexuales de sus vidas.

Por: Viviana M. Barrón Alemañy Psy.D., M.P.H.

Psicóloga Clínica con Certificación en Terapia Sexual

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