No tienes nada en tu carrito, baby
Por: colaboradora invitada
Desde que tengo uso de razón “Manuela” es la primera novia de cualquier niño que comienza a descubrir que algo allá abajo se le levanta. El montón de chistes y ‘vellones’ que se le pegan a los que se tardan mucho en la ducha, a los que ‘montan caseta de campaña’ y hasta los que callos en las manos le salen de tanto ‘pon pal cielo’ que piden.
Pero, ¿por qué diache yo nunca escuché que las nenas también se tocan?
A los 17 tuve mi primer orgasmo consiente. Fue con mi pimer novio. Ese día descubrí que hacían unos 10 años atrás yo tenia orgasmos y no lo sabía. Me masturbaba, y mucho.
Me sentí fatal. Cuando caí en cuenta que ese cosquilleo intenso que me provocaba el vibrador casero (aka: la máquina de masajes de mi familia) era un orgasmo, caí en una mini-crisis. Me sentí mal que mi primer orgasmo no hubiese sido con un hombre, pero me sentí como mierda cuando entendí que lo yo hacía era ¡masturbándome!
Crisis porque era una niña y según el mundo entero, ¡las nenas no hacen eso!
Las nenas no se tocan. Eso es malo. Así nos hicieron creer a todas. Embuste.
Algunas deben estar riéndose en estos momentos. Saben que hacían lo mismo que yo y que probablemente sea uno de sus secretos mejor guardados. Y para mi sorpresa, descubrí que somos muchas.
Hace varios años estaba en una despedida de soltera, con unos cuantos traguitos encima mientras buscábamos el próximo jangueo y nos confesamos. Éramos seis en el carro y tres de nosotras desembuchamos lo que por años fue nuestro secreto mejor guardado. Ellas también se masturbaban con el vibrador casero.
Esta fue la primera vez que me vi junto a otras mujeres, hablando en “son de relajo”, de la masturbación. Para mi sorpresa, yo no era la única que usaba la famosa maquinita de masajes. Este, era un denominador común en todas. Todas teníamos entre 8 y 13 años cuando comenzamos a descubrir nuestro cuerpo. Otras confirmaron nunca haberse masturbado (¡qué horror!)
Poco a poco he dejado de sentirme mal. Sinceramente, ya lo superé.
Ahora de adulta la cosa es diferente ¡y más divertida!. A mis 33 ya lo hago consientemente, es más frecuente y mucho más placentera. Conozco mejor mi cuerpo y me siento más cómoda incluyendo artefáctos electrónicos con cientos de velocidades para darle un descanso a mis dedos. Recarcable, que quepa en la cartera, waterproof… you name it!
En algunas temporadas, especialmente durante los días del mes en el que uno tiene el líbido revuelto, el deseo de uno tocarse se hace más seguido y hasta en diría yo, que es un tratamiento antiestrés. Por alguna razón, mientras más tensión tengo, más frecuentemente me masturbo. Y fíjate que ayuda.
La masturbación es normal, necesaria y mucho más común entre las mujeres de lo que se habla o muchos piensan. Hay que aceptar, aunque lo nieguen y muchas no se atrevan todavía, a que las mujeres también lo hacemos y no hay motivos para negarlo o esconderlo. Conocer tu cuerpo, tus puntos de placer, te harán disfrutar mucho más tus relaciones sexuales, te harán sentirte más relajada y te sacarán muchas sonrisas.
Yo me rozaba contra la cabeza de la natiora. 😂
Tratamiento antiestrés definitivo. Yo también, mientras más tensión tengo, más frecuentemente me masturbo.